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martes, 29 de septiembre de 2009

Elementos Técnicos para la Determinación del Impuesto al Valor Agregado IVA, Aplicable a los Efectos de su Deducción de los Créditos y Debitos Fiscales (Bibliografia Anotada 5)

La intención de este artículo ha sido presentar un elemento técnico necesario para la determinación del Impuesto al Valor Agregado IVA, y nada más será aplicable a los efectos de su deducción de los debitos fiscales, indicado de otra manera, el crédito fiscal se refiere a la cantidad que puede deducirse de los débitos fiscales, para obtener el monto que debe cancelarse al Fisco Nacional y este no tiene naturaleza jurídica de los créditos contra la República. El debito Fiscal facturado constituirá para el adquiriente de los bienes o receptor de los servicios, un crédito fiscal, siempre y cuando sea contribuyente ordinario registrado. Según la naturaleza del estudio se concibió dentro de la modalidad de Investigación Documental, específicamente en un diseño interpretativo crítico. Se considera a lo largo del artículo que el Crédito Fiscal representa un factor estratégico para el desarrollo del país, siendo crucial para poder elaborar el desarrollo endógeno apropiado de la nación. Los resultados obtenidos evidencian la necesidad de promover estrategias de cooperación entre las empresas, para así fortalecer su estructura competitiva. Finalmente se puede concluir que el mayor problema del Crédito Fiscal es el desconocimiento de la práctica de esta herramienta y su utilidad para la materia fiscal.

Abstract:

The intention of this article has been to present/display necessary a technical element for the determination of the Tax to Added Value IVA, and nothing else he will be applicable for the purposes of its deduction of the fiscal debits, indicated of another way, the fiscal credit talks about the amount that can be deduced of the fiscal debits, to obtain the amount that must be cancelled to the National State treasury and this it does not have legal nature of the credits against the Republic. The invoiced Fiscal debit will constitute for the acquirer of the goods or receiver of the services, a fiscal credit, as long as she is registered ordinary contributor. According to the nature of the study it was conceived within the modality of Documentary Investigation, specifically in a critical interpretative design. It is considered throughout the article that the Fiscal Credit represents a strategic factor for the development of the country, being crucial to be able to elaborate the appropriate endogenous development of the nation. The obtained results demonstrate the necessity to promote strategies of cooperation between the companies, thus to fortify their competitive structure. Finally it is possible to be concluded that the greater problem of the Fiscal Credit is the ignorance of the practice of this tool and its utility for the fiscal matter.
Key words: IVA, Fiscal Credit.

No es desconocido por ningún venezolano, la difícil situación económica por la que viene pasando Venezuela en estos últimos años, generado por muchos factores internos y externos, entre ellos el llamado viernes negro en donde la política cambiaria afectó al sistema económico social, a esto se le suma la fuga de capitales dada por la misma circunstancia y que se mantuvo por largo tiempo; sin olvidar el manejo inadecuado en materia económica de los gobiernos de turno, traduciéndose en una notable ineficiencia del aparato estatal, las malas políticas de endeudamiento, la grave situación financiera que produjo la crisis financiera, en donde el Estado tuvo que inyectar capital para dar solución al problema, aunado a toda esta situación, el problema lo ha creado la dependencia petrolera que desde el año 1936, a pocos meses de la muerte del General Gómez, se había advertido sobre los peligros futuros para Venezuela si no se aprovechaban prudentemente los ingresos derivados de la explotación petrolera.

Merece la pena destacar toda esta problemática, debido a que Venezuela vive lo que se advirtió hace 65 años, gracias a la dependencia petrolera se descuidaron los sectores como el agropecuario, industrial y el sistema fiscal, produciendo en desequilibrio en los ingresos del Estado, por lo que los gobiernos desde hace pocos años ha estado buscando el equilibrio económico por medio de fórmulas provenientes de otras fuentes de ingresos distintas a las tradicionales, tratando de desarrollar por un lado el sector agrícola y pecuario, incentivar las inversiones tanto nacionales como internacionales; fomentar el desarrollo del sector turístico, creando leyes que exige los nuevos tiempos. Es por ello que en la búsqueda de tal equilibrio, se siente la necesidad de solicitar al pueblo venezolano la ayuda necesaria para enfrentar estos retos, estableciendo como política de Estado, incrementar los recursos provenientes de los tributos, política ésta que se aplica en diferentes países, generando resultados satisfactorios.
El Sistema Tributario no petrolero para financiar actividades públicas, por muchos años ha presentado múltiples problemas, de allí que no haya estado en condiciones para cumplir este importante rol, a pesar que el gobierno ha puesto en práctica ciertas estrategias, como su modernización por ser clave central del sector público.
En vista de la situación, el gobierno decidió en 1.989 emprender una estrategia para recuperar el bienestar social y el crecimiento económico. Así pues, se requería mejorar la capacidad de gestión del sector público y por ende modernizar el Sistema Tributario Venezolano.
Hasta 1.992 los venezolanos se consideraba como único tributo el Impuesto sobre la Renta, pero a raíz de las malas políticas administrativas que manejaba el Estado trajo como consecuencia una reorientación de la política tributaria, creando nuevos impuestos e introduciendo una serie de modificaciones fiscales, con la finalidad de incrementar la recaudación interna.

Por consiguiente no se puede concebir una reforma fiscal eficiente sin una reforma a fondo de la estructura gerencial y funcional para generar buenos objetivos que lleven a desarrollar las políticas tributarias.
Planteada la modernización de la Administración Tributaria, para lo cual se proponía simplificar procedimientos y sistemas de información dotarla de mecanismos de control y fiscalización adecuados y ofrecer una atención más adecuada al contribuyente, se requería de una infraestructura física apropiada y de un personal capacitado y desarrollado en las diversas actividades.
Venezuela introdujo dos importantes impuestos en su sistema tributario a finales de 1.993: el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a los Activos Empresariales (IAE). Estos impuestos constituyeron un paso importante hacia la modernización del Sistema Tributario, ampliando la base tributaria y diversificando las fuentes de recaudación, al mismo tiempo que reducían la elusión y evasión fiscal. Adicionalmente estos impuestos tendrían un importante impacto indirecto en la recaudación al mejorar la información disponible para la Administración Tributaria para reducir la evasión del Impuesto sobre la Renta de las empresas, además de generar ingresos.
La creación de nuevos impuestos o establecer políticas fiscales en torno al incremento de los ya existentes, resultan acciones de difícil manejo para los contribuyentes, lo cual en lugar de incrementar significativamente la recaudación, se traduciría en un aumento de la presión tributaria soportada por los sectores que cumplen apropiadamente sus obligaciones tributarias, además que podría estimular una mayor voluntad evasora dentro de los contribuyentes, afectando con ello principalmente a la pequeña y mediana industria, así como al resto del aparato productivo del país.
El Sistema Tributario Venezolano puede dividirse en dos fases, la primera que nos remonta al pasado que puede recibir el nombre de fase tradicional que estuvo a cargo de la extinta Dirección General Sectorial de Rentas, caracterizada por una serie de fallas tanto en el recurso humano por distintos factores como era la inadecuada remuneración y el bajo nivel de motivación; en la infraestructura; el sistema de información y su propio sistema de dirección, así como también la presencia de una estructura fiscal que no era la más adecuada debido a la falta de mantenimiento y planificación que pudiera ir acorde con las necesidades del país.

Toda esta funcionalidad errática, no está aislada de la desestabilización de la economía, como consecuencia de la creciente tasa de inflación. La competencia del evasor de impuesto ha sido problema álgido de la Administración Tributaria y seguirá siendo, ya que causa una pérdida efectiva de ingresos para el fisco, como consecuencia de la falta de cumplimiento de sus obligaciones que reclama una mejor prestación del servicio al contribuyente en especial la de asistencia e información, por cuanto para la mayoría de los venezolanos, pagar impuestos es ajeno a su idiosincrasia, debido a la excesiva dependencia de los ingresos petroleros que ha contribuido notablemente a configurar un país con escasa cultura tributaria.
Tal situación hace que el Estado Venezolano generara a partir de 1.994 una nueva estructura tributaria a través de una organización que pudiera corregir las fallas, de aquí nace el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT) dependiente del Ministerio de Hacienda y de donde parte la segunda fase del Sistema Tributario Venezolano.
Esta segunda fase de la Administración Tributaria se inicia con el Programa de Estabilización y Recuperación Económica (PERE), cuyo objetivo fundamental era impulsar de manera definitiva un nuevo enfoque rentista de la Venezuela productiva. Dicho plan contemplaba la creación de un instituto con autonomía funcional y financiera con el fin de lograr la reforma fiscal del Estado.
Con toda ésta nueva estructura un grupo de profesionales de la Universidad Católica del Táchira determinaron una insuficiencia de información estadística, debido a la falta adecuada de recolección de datos óptima; el alto costo de reemplazo laboral tributario, que dificultaba el avance de la modernización; la falta de un sistema moderno de control y fiscalización para los tributos existentes y la falta de un programa avanzado que el actual en desarrollar una propicia formación tributaria tanto interna como externa de modo que los funcionarios estuvieran lo suficientemente capacitados en materia fiscal procedimental para afrontar el nuevo reto de la Administración Tributaria y los contribuyentes para cumplir con sus obligaciones tributarias, disminuyendo al máximo los indicios de corrupción y fraude.
Claro está que estos mejoramientos deberán ir acompañados de una legislación en materia tributaria, una cuidadosa consideración en los niveles excesivos de impuestos, porque Venezuela vive para entonces una situación de devaluación constante absorbida por la colectividad o el contribuyente que puede ser perjudicado seriamente; y uno de los factores más importantes para poder generar una gestión tributaria mucho mas amplia es la aplicación de técnicas adecuadas que puedan ser entendidas de una manera clara, precisa y sincera, de modo que podamos obtener cultura tributaria, que también dependerá de la utilización de lo recaudado en el desarrollo social, al introducir credibilidad en las políticas tributarias.
Por todo lo expuesto, y considerando la importancia y complejidad del tema, y la necesidad de crear conocimiento que ayude con el desarrollo económico, político y tecnológico del país, ante la inmensa crisis en que esta sumido el país, en el presente trabajo se intenta, desde la construcción de un modelo económico hasta proponerlo como una vía para dar respuestas a las necesidades colectivas, permitiendo no solo comprender el problema sino predecir y crear soluciones que permitan iniciar el mejoramiento de la calidad de vida de los venezolanos, así como lograr estimular el desarrollo económico, ayudando a desarrollar nuevos modelos que den respuesta a los procesos económicos y sociales.

BIBLIOGRAFÍA

ARGANDOÑO ANTONIO – GAMEZ CONSUELA (1997). Macroeconomía Avanzada I y II (Modelos Dinámicos). Editorial McGraw-Hill. Madrid.
BANCO CENTRAL DE VENEZUELA. REVISTAS (1.988 - 1999). B.C.V. Trimestral. Caracas.
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BLANK LELAND T – TARQUIN ANTHONY (Enero 2000). Ingeniería Económica. Editorial McGraw-Hill. Bogotá.
CARCINETE, SARY LEVY (1999). Dimensión Económica de la Globalización. Fondo Editorial Tropykos. CEAP-UCV.
CARBAUGH, ROBERT (1998). Economía Internacional. Editorial Soluciones Empresariales. México.

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