Google Earth Internet

lunes, 28 de septiembre de 2009

La Tecnologia de la Información y la Comunicación como Estrategia para Mejorar la Competitividad de las PYME’S (Bibliografia Anotada 3)

El propósito de este estudio ha sido presentar la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como estrategia para mejorar la toma de Decisiones en la Gestión de la Seguridad Ferroviaria en Venezuela. Según su naturaleza el estudio se concibió dentro de la modalidad de Investigación Documental. Específicamente se trata de un diseño interpretativo crítico. Se considera a lo largo del artículo que la pequeña y mediana empresa industrial representa un factor estratégico para el desarrollo local. La identificación territorial de dichos sistemas territoriales de empresas y el detalle de sus eslabonamientos productivos por medio del uso de las TIC resulta, pues, crucial para poder elaborar estrategias de desarrollo endógeno apropiadas de desarrollo local Los resultados obtenidos evidencian la necesidad de promover estrategias de cooperación entre las empresas, para así fortalecer su estructura competitiva. Se concluyo que el mayor problema de apropiación de TIC por parte de las PYME’s es el desconocimiento, ya no solo de la tecnología como tal sino de la utilidad de la misma. Los beneficios de las TIC en manos de las PYME’s siguen siendo un tema que sigue sembrando dudas y temores por parte de los propietarios de las PYME, quienes no siempre logran ver más que un factor de practicidad, y no logran identificar particularmente los beneficios de las TIC. The intention of this study has been to display the use of the technologies of the information and the communication like strategy to improve the competitiveness of the PYME’s, within the development model type Industrial District. According to its nature the study was conceived within the modality of Documentary Investigation. Specifically one is a critical interpretative design. It is considered throughout the article that the small and medium industrial company represents a strategic factor for the local development. The territorial identification of these territorial systems of companies and the detail of its productive linking by means of the use of the TIC turn out, then, crucial to be able to elaborate appropriate strategies of endogenous development of local development the obtained results demonstrate the necessity to promote strategies of cooperation between the companies, thus to fortify its competitive structure. I conclude that the greater problem of appropriation of TIC on the part of the PYME’s is ignorance, no longer single of the technology like so but of the utility of the same one. Benefits of TIC into the hands of PYME’s continue being subject which it continues seeding doubts and fears on the part of the proprietors of the PYME, that not always manage to see more than a versatility factor, and do not manage to identify particularly the benefits of the TIC. Keywords: Industrial Districts, PYME’s (Small and Medium Company), Competitiveness, TIC (Technology of Communication and Information. El fenómeno de la globalización hoy vivimos afecta a todas las actividades humanas, pero este proceso, así como ocurre con la fuerza centrífuga que genera el movimiento centrípeto, origina una tendencia de revalorización de lo local. Este fenómeno de asimilación a lo global, con viraje hacia lo local es lo que pone en el tapete de la activad industrial el concepto de los distrititos industriales. Los distritos industriales entendidos como organizaciones asociativas que se caracterizan por reunir dos aspectos, cuya combinación da una fisonomía particular a las pequeñas unidades productivas que los constituyen: la concentración productiva y la concentración socio-territorial (Bianchi 1992). Estos dos rasgos son sumamente importantes para entender la lógica de organización de un distrito industrial pues destacan dos dimensiones íntimamente vinculadas, que se refuerzan mutuamente, y de cuya combinación resultará la dinámica y configuración que asumirá el “cluster”; estas dos dimensiones son: la atmósfera técnico-productiva y la atmósfera socio-cultural. La pequeña y mediana empresa industrial representa una factor estratégico para el desarrollo local, así mismo, su caracterización de estructuras flexibles a las condiciones cambiantes, se constituye en una fortaleza y a la vez en una debilidad para las mismas, la fortaleza radica en que les permite actualizarse constante, por otra parte, la debilidad se presenta al momento de competir con las grades empresas que cuentan con la capacidad de abarcar mercados más amplios. Por esta razón, se hace necesario que las PYMI adopten estrategias adecuadas que les permitan competir al mismo nivel de las grandes industrias, es decir, estrategias que les permita tener la estructura de una gran empresa, pero sin perder su flexibilidad. Por consiguiente, la creación de distritos industriales se presenta como una medida eficaz para fortalecer la estructura de comercialización de las pequeñas y medianas industrias, permitiéndoles trabajar en forma conjunta para abarcar mercados muy competitivos que de forma individual les seria imposible. La exportación se ha convertido en un factor clave en una economía globalizada donde la competencia se da a escala mundial y la premisa la constituye la capacidad competitiva. En este orden de ideas se propone la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como estrategia para mejorar la competitividad de las PYME. con el fin de fomentar además la cultura de cooperación entre el empresariado local. Algunos de los antecedentes que se tiene de la utilización de las TIC’s en Distritos Industriales Latinoamérica son los conceptos desarrollados en México en 1999 el cual se denominó Mexican-Industry.com, y nace como parte del proyecto de investigación “Global Virtual Enterprises”, desarrollado en el Centro de Sistemas Integrados de Manufactura del Campus de Monterrey. Este proyecto buscaba desarrollar la capacidad competitiva de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs) a través de la unión de empresas en un cluster virtual industrial para proveer mejores bienes y servicios a las compañías manufactureras de equipo original o industria maquiladora. Posteriormente se desarrolló el concepto en El Salvador denominándose ElSalvador-Industry.com, el cual tiene como objetivo apoyar a la micro, pequeña y mediana empresa (MiPyME) salvadoreña, mediante la incorporación de empresas con competencias tecnológicas, alianzas con organismos promotores del desarrollo de la MIPyMEs y organizaciones internacionales similares. Perego, (2003) en su investigación titulada “Competitividad a partir de los Agrupamientos Industriales. Un Modelo Integrado y Replicable de Clusters Productivos”, desarrollada en la Universidad Nacional de La Plata, tiene por objetivo fundamental la creación de un núcleo de servicios comunes para las empresas e integrarlos en una cadena de valor productiva y, que en conjunto, alcancen más altos niveles de productividad, calidad y rentabilidad. En una investigación posterior (Mora, 2002) titulada “Plan Estratégico de Mercadeo para Incentivar a las Empresas para la Creación de un Portal Económico”, desarrollado en la Universidad Católica del Táchira, tiene como propósito identificar las necesidades de las empresas adscritas a la Cámara de Comercio e Industria del Estado Táchira para determinar las estrategias necesarias, que ayuden a la creación de un portal económico. El Decreto Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria (2001), define industria como “Unidad de explotación económica realizada por una persona jurídica que efectúe actividades de producción de bienes industriales y de servicios conexos.” Se emplean diferentes criterios para establecer la clasificación de una industria como pequeña, mediana o grande, como son: el número de trabajadores que se emplean, el volumen de ventas anuales o el valor añadido. En Venezuela la clasificación de una industria como pequeña o media se hace por medio de la determinación del número de trabajadores que se emplean o por el volumen de las ventas anuales en unidades tributarias. Las pequeñas industrias se encuentran entre los siguientes parámetros: Planta de trabajadores con un promedio anual no menor de once (11)trabajadores, ni mayor a cincuenta (50) trabajadores. Ventas anuales entre nueve mil una (9.001) Unidades Tributarias y Cien mil (100.000) Unidades Tributarias. Las medianas industrias se encuentran entre los siguientes parámetros: Planta de trabajadores con un promedio anual no menor a cincuenta y un (51) trabajadores, ni mayor a cien (100) trabajadores. Ventas anuales entre cien mil una (100.001) Unidades Tributarias y doscientas cincuenta mil (250.000) Unidades Tributarias. Entre las principales limitaciones que se presentan para abarcar nuevos mercados, se puede nombrar la inexperiencia exportadora, débil estructura de comercialización, carencia de información. El fenómeno de la globalización hoy vivimos afecta a todas las actividades humanas, pero de manera particular el uso y abuso de las TIC’s. Este fenómeno de asimilación a lo global, con viraje hacia lo local es lo que pone en el tapete de la activad industrial el concepto de los distrititos industriales. Los distritos industriales entendidos como organizaciones asociativas que se caracterizan por reunir dos aspectos, cuya combinación da una fisonomía particular a las pequeñas unidades productivas que los constituyen: la concentración productiva y la concentración socio-territorial (Bianchi 1992). Estos dos rasgos son sumamente importantes para entender la lógica de organización de un distrito industrial pues destacan dos dimensiones íntimamente vinculadas, que se refuerzan mutuamente, y de cuya combinación resultará mas o menos importante el uso de las TIC’s como base de su agrupación. Una característica sobresaliente de los distritos exitosos es la generación de una densa red de relaciones de cooperación interempresarial horizontal y vertical (Becattini:2002, Dei Otatti:1995). La concentración productiva, no sólo hace referencia a la aglomeración de pequeñas empresas dedicadas a un mismo sector, sino a la desintegración del proceso productivo en diferentes empresas, y su reconstitución a través de vínculos interempresariales de cooperación vertical. De manera que la concentración productiva y las relaciones de cooperación se desarrollan y se conforman en una cadena productiva (desde los proveedores de insumos básicos hasta los agentes de comercialización) altamente fragmentada y, al mismo tiempo, fuertemente integrada y cohesionada en la mediada que se incorpore las TIC’s en sus proceso cotidianos. En términos de Schmit (1995) se trata de una “eficiencia colectiva” derivada de la aglomeración productiva, que se traduce, tanto en ventajas espontáneas o no buscadas (como la conformación de un mercado local de trabajo, fácil acceso a proveedores de insumos, información especializada, generación de un know how comunitario, disponibilidad de infraestructura, etc.), como así también la posibilidad de obtener beneficios a través de relaciones verticales de complementariedad y/o relaciones horizontales de cooperación que suman esfuerzos para emprender acciones colectivas. Con estos atributos, agregando tan sólo la utilización de TIC’s modernas y flexibles, y unas relaciones laborales caracterizadas por el involucramiento y la calificación de los trabajadores, rápidamente los distritos industriales se constituyeron en ejemplo paradigmático de un proceso de transformación macroeconómica. (Piore y Sabel 1990, Hollingsworth y Boyer 1997). Sin embargo, estas formas de organización productiva, no surgieron simple y espontáneamente de la concentración productiva, ni constituyen el resultado de un diseño técnico/productivo particular. La concentración socio-territorial no significa sencillamente la coincidencia en una misma área geográfica. Aspectos vinculados al contexto cultural y social de los distritos, o lo que Marshall denominó "atmósfera industrial", constituyen elementos centrales para explicar su éxito (Dini 1992; Bianchi 1992; Dei Ottati 1995). Como han señalado diversos autores es necesario enfatizar la contribución de los aspectos socioculturales endógenos a una población y un área, como factores que al igual que las condiciones de la demanda, los mercados o el desarrollo tecnológico, forman parte de un contexto que puede favorecer u obstaculizar el surgimiento de estas formas de organización (Becattini 2002). El énfasis de estos enfoques ha estado puesto sobre la importancia de las relaciones sociales y los factores socio-culturales sobre la generación de confianza. Sin embargo, como Romero Ocando (2006. 187) ha hecho notar que “la identificación territorial de dichos sistemas territoriales de empresas y el detalle de sus eslabonamientos productivos resulta, pues, crucial para poder elaborar estrategias de desarrollo endógeno apropiadas de desarrollo local.” Estas prácticas son fuertemente consistentes con una particular incrustación de la dinámica económica local y la estructura social local. Se presume, la transformación del contexto económico que implicaron los procesos de apertura y liberalización económica, sacudieron con intensidad la consistencia de esta organización socio-económica y las prácticas empresariales. En las comunidades pequeñas en la cual los productores tienen una larga historia común y una vida social y económica caracterizada por una densa red de interacciones personales, las relaciones de cooperación inter-empresariales se encuentran poco desarrolladas asumiendo una dinámica particular fuertemente condicionada por el entorno socio-cultural local. La mayor parte de las pequeñas empresas realizan la totalidad del proceso productivo, mientras la subcontratación está muy poco difundida. La complementariedad entre unidades especializadas en fases sucesivas del proceso de producción es prácticamente inexistente, por falta de uso de TIC’s , en tanto que la cooperación a través de lazos horizontales si bien es más fuerte parece estar destinada a facilitar y fortalecer la autonomía e individualidad de los talleres. Lo social de la comunidad en Venezuela, es decir las relaciones sociales comunitarias, están basadas en esta dualidad de la comunidad como totalidad abarcadora y compacta frente al exterior, y al mismo tiempo fragmentada en su interior. Esto no significa la ausencia de una intensa vida comunitaria, que se expresa en una serie de acciones colectivas basadas en la cooperación tanto en el ámbito religioso, social, e incluso del trabajo. Sin embargo, estas acciones colectivas en las que la comunidad se expresa como totalidad, no sólo dejan espacio para, sino que se basan en, el reconocimiento de la individualidad de sus unidades constitutivas. Las celebraciones religiosas, las fiestas patronales, los compromisos que imponen relaciones de parentesco y compadrazgo, son oportunidades para que barrios, familias, o individuos ganen prestigio y reconocimiento en la comunidad. La comunidad como totalidad se reproduce a través de la individualidad de sus unidades constitutivas. En las prácticas empresariales, y particularmente en las relaciones inter-empresariales se reproduce esta dinámica comunitaria. La percepción del sistema productivo limitada al ámbito local y la valoración de la autosuficiencia entre los productores reflejan la dualidad de la estructura comunitaria. Las relaciones de cooperación que se establecen entre los productores, tratan de evitar entrar en conflicto con la autonomía individual y no socavar la independencia de la empresa como patrimonio de la unidad familiar. En este sentido, las formas de cooperación comunitaria se constituyen con la finalidad de alcanzar objetivos comunes pero que pueden ser apropiados y consumidos individualmente, es decir la cooperación y la colectividad es un recurso al servicio del individuo. En otras palabras podría decirse que la cooperación en los distritos industriales es un instrumento que suma esfuerzos iguales para la obtención de iguales resultados para cada uno de los participantes. El énfasis no se debe colocar en la agrupación territorial, sino mas bien, en la asociatividad mas allá del tiempo o el espacio, que se franquea con la incorporación de las TIC’s a los proceso rutinarios de las PYME’s asociadas. No se trata de una cooperación que junte esfuerzos y capacidades diferentes en un colectivo para obtener resultados que sólo pueden ser apropiados colectivamente. Ante un cambio en las relaciones de competencia, o bien simplemente la percepción de que ellas pueden cambiar, Dini (1992) señala que: "el sistema puede evolucionar al menos en tres direcciones distintas: a) cada sujeto adopta rápidamente las innovaciones y adecua a su organización y su estrategia como corresponde; b) el grupo integrado por los sujetos no innovadores, sucumbe ante las nuevas relaciones de fuerza y el sistema comienza a adoptar nuevas estructuras; o c) los sujetos afectados por la innovación se unen para oponer resistencia al cambio, recurriendo para ello a los mecanismos de control social que rigen las relaciones internas a los distritos, para segregar y sancionar al sujeto innovador" (Dini 1992:33). Lejos de la modernización e innovación tecnológica y la inserción en mercados internacionales, la mayor preocupación actual de las microempresas consiste en sobrevivir y multiplicar sus estrategias para adecuarse al nuevo escenario económico. Los efectos de las pasadas políticas estatales de apertura y liberalización económica se han dejado sentir a nivel de las comunidades locales en la forma de una creciente polarización y fragmentación. Las prácticas empresariales han comenzado espontáneamente y en diferentes formas a dar cuenta de esta re-estructuración económica acompañada de una des-estructuración social. Las tradicionales formas de cooperación comunitaria basadas en redes de relaciones sociales se ven crecientemente debilitadas. Ante el desdibujamiento de los límites de la comunidad las unidades productivas se cierran sobre sí mismas, olvidando compromisos sociales basados en el parentesco, el compadrazgo o la amistad. Igualmente en una comunidad especializada en el sector de la confección, los efectos de la crisis económica han conducido a un debilitamiento de las redes informales de cooperación. Saraví (1997) ha estudiado este proceso a nivel de las relaciones capital - trabajo, en las cuales se observa una clara transición desde un modelo de relaciones laborales basadas en el compromiso social hacia otro de discrecionalidad patronal. Las asociaciones de productores, que al mismo tiempo constituían importantes núcleos de participación social para la comunidad, pierden fuerza ante la obsolescencia de sus recursos. En este sentido, los lazos clientelares generados con representantes políticos y dirigentes de las asociaciones, y sustentados en el control de recursos locales de importancia dentral en un sistema competitivo limitado a la comunidad, comienzan a evaporarse. Los efectos de este repentino proceso de transformación económica, no sólo se dejaron sentir al nivel de las unidades productivas y su desempeño económico. Las comunidades y la organización social sobre la cual las viejas prácticas empresariales se sustentaban, se ven ahora desafiadas por un nuevo contexto económico. Nuevos conflictos surgen al interior de la comunidad, pautas tradicionales de organización social son desafiadas por miembros innovadores de la comunidad, la combinación de viejas y nuevas estrategias competitivas incrementan los costos sociales del distrito en su esfuerzo por sobrevivir, y la comunidad ve paulatinamente desdibujadas sus fronteras como totalidad incluyente y omnicomprensiva de un sistema de organización económica y social. En síntesis la interdependencia, o en términos de Polanyi, el incrustamiento del comportamiento económico en la estructura social sufre un proceso de transformación como consecuencia de los efectos locales de tendencias globales. Como señala Romero Ocando (2006) “El desarrollo económico local, es una práctica sin mucha teoría aún, que se ha venido abriendo paso como una respuesta donde se promueva el desarrollo endógeno”. Por lo tanto nos proponemos aportar elementos teóricos acerca de cómo el distrito industrial constituye una estrategia eficaz para impulsar el desarrollo local, aunque en Venezuela no presenten las condiciones bajo las cuales surgió el esquema del distrito industrial, en la Italia de la Post Guerra, se reconocen tres fuerzas que pueden ser aprovechadas para teorizar este proceso: la internacionalización, la crisis y recesión y la apertura democrática. El objetivo primordial de este trabajo fue proponer Tecnologías de la Información y la Comunicación como estrategia para mejorar la competitividad de las PYME., para lo cual se realizó un diagnostico de las principales fortalezas y debilidades que inciden en la formación de un Distritos Industriales, así mismo se indagó sobre el empleo de las Tecnologías de Información y Comunicación TIC, las cuales se constituyen en la base fundamental para el funcionamiento de los Cluster, sobre lo cual se puede concluir lo siguiente: La principal debilidad que presenta el sector de las PYME’s en Venezuela es la falta de actualización y empleo eficiente de las TIC, lo cual es un factor fundamental para el funcionamiento un Distrito Industrial moderno, ya que facilitan en flujo de información entre las empresas que lo conforman. La capacidad tecnológica se constituye en una debilidad para las PYME’s. Así mismo y con respecto al uso de las TIC se encontró que la mayoría de las empresas no consideran el empleo de sistemas estratégicos y sistemas de soporte a la toma de decisiones al momento de formular y adoptar estrategias que permitan optimizar los recursos y aprovechar las fortalezas internas como la capacidad productiva, la capacidad gerencial y la calidad de los productos. En cuanto a empleo de Internet para la consecución de nuevos mercados o realizar contactos con otras empresas, la mayoría de las PYME’s no utiliza Internet con estos fines lo que a su vez se evidencia en el hecho de que el 92,31 % de las mismas no posee página web, es decir, que los directivos de las PYME’s no son concientes de los beneficios que representan el poseer sitios web que permita dar a conocer los productos y servicios de las empresas en otros mercados. Igualmente, se pudo determinar que las competencias claves de los diversos sectores analizados se encuentran bien definidas, ya que cada una de ellas se dedica a actividades especificas que a su vez se pueden complementar o se pueden agregar a las cadenas productivas de las otras empresas, factor clave para el desarrollo de estrategias cooperativas. En este sentido, es necesario fomentar la comunicación entre las empresas para minimizar la desconfianza existente, así mismo se evidencia la necesidad de desarrollar leyes que sirvan de apoyo a la formación de estrategias de cooperación. De igual manera es importante recalcar el papel decisivo que tienen las diferentes instituciones, tanto públicas como privadas, en la proliferación de estrategias de cooperación entre las empresas, como son: el Estado, los gremios empresariales, las universidades, entre otros. Sabemos que una administración moderna dentro de una PYME es aquella que permanentemente se encuentra inmersa en procesos de mejora que permitan acercarla y hacerla mas accesible al ciudadano y al productor. Un componente adecuado para alcanzar los objetivos es la "Gestión por Procesos" donde el organismo deja de tener una visión "administrativa" pasando a tener una visión "gerencial”. Realizar una acción gerencial de este tipo, requiere de fuerte liderazgo junto con tecnologías innovadoras que puedan ayudar a afrontar los inconvenientes actuales, con garantías de éxito y retos inherentes a un mercado cada vez más competitivo y globalizado. Así, compartimos plenamente las opiniones según las cuales los principales obstáculos para innovar los tenemos dentro de la propia empresa, ya que existen múltiples factores tanto internos como externos que de alguna manera o otra, seguirán influyendo fuertemente en el desarrollo competitivo de la PYME, entre las que incluimos las PYME agrícolas y pecuarias. Vemos como el sector primario es uno de los componentes que forma parte del equilibrio social en el desarrollo económico de cualquier entorno que aspire a un desarrollo endógeno. Los empresarios de este sector, están obligados a tomar decisiones sobre la utilización de factores de producción para obtener bienes y servicios que se ofrecen en mercados exigentes, globales y competitivos. El desarrollo de las TIC en las PYME agrícolas y pecuarias, es todavía más difícil que en las empresas industriales y comerciales por lo que es complicado ponerlas como modelo de gestión de tecnología, pero es un sector que debe plegarse también al cambio y en el que es muy importante su desarrollo. Las PYMEs en Venezuela necesitan hacerse más competitivas en un escenario que les es complejo y esquivo. Es por demás razonable suponer que esta complejidad se dé tanto desde el punto de vista de las propias empresas como desde quienes tienen en sus manos la responsabilidad o la posibilidad de brindar apoyo en cualquier necesidad de éstas. Resultaría absurdo pensar que las TIC son la panacea a la competitividad o que el comercio electrónico (e-Commerce) resolverá la autosustentabilidad de las PYME. Sin embargo, algunos factores de la competitividad en las PYME son altamente influenciados por las TIC. De tal manera estos pueden ser mejorados en distintos aspectos para conseguir mayor eficiencia en general. Esto implica mejores tiempos, mayor transparencia, etc. Las PYME son tal vez la estructura y grupo empresarial más complejo. Su amplia diversidad, tanto en dimensiones, capacidad empresarial, sector y rubro, hace por momentos muy difícil de comprender su real magnitud. A tal punto sucede esto que sólo hace pocos años se han comenzado a realizar estudios específicos sobre este sector y su vinculación con las TIC. Existe una escasa presencia de productos de de TIC apropiados para las PYME. Ha surgido un nuevo pensamiento centrado en que las relaciones entre los factores y no el tamaño de la empresa, son el fundamento que caracteriza la naturaleza de las mismas. En otras palabras, las empresas deben ser competitivas sin importar el tamaño. Las PYME pueden hacerse más competitivas utilizando las nuevas herramientas en el comercio como lo es Internet. Se habla del comercio electrónico, pero tal vez esta afirmación tomada a la ligera pueda suponer que se trata de la salvación para la rentabilidad de los negocios pequeños o que la conquista de mercados está resuelta para las PYME por el solo hecho de incursionar en el comercio o negocios electrónicos. Así como lo es para cualquier otra empresa, para las PYME el comercio electrónico no es la panacea ni la solución sino que se trata de otro instrumento que debe ser empleado de manera correcta y con la planificación debida. Surge como conclusión que parte del problema de apropiación de TIC por parte de las PYME es el desconocimiento, ya no solo de la tecnología como tal sino de la utilidad de la misma. Los beneficios de las TIC en manos de las PYME siguen siendo un tema que sigue sembrando dudas y temores por parte de los propietarios de las PYME, quienes no siempre logran ver más que un factor de practicidad en, por ejemplo, la facturación como actividad puntual. Si estas empresas logran identificar particularmente los beneficios de las TIC, y si quienes son proveedores de las mismas asumen una visión de estos clientes en el sentido de formarlos como buenos usuarios y usufructuadotes, valga el término, de las TIC, cambiará la visión que estas empresas tienen sobre si mismas y estarán en condiciones de hacer de las TIC un componente de negocios que mejore la competitividad y ya no un elemento puramente mecánico que permite reducir el uso del papel. REFERENCIAS: BECATTINI, Giacomo (2002) Del Distrito Industrial Marshalliano a la Teoría del Distrito Contemporánea. Investigaciones Regionales, Otoño, Nº 001, Asociacion Española de Ciencia Regional. Alcala de Henares, Esapaña. BIANCHI, Patricio. 1992. "Competencia dinámica, distritos industriales y medidas locales", en Industrialización y Desarrollo Tecnológico, Informe Nº13, División de Desarrollo Productivo y Empresarial, Naciones Unidas. Santiago de Chile: CEPAL. DEI OTTATI, Gabi. 1995. Tra Mercato e Comunità: aspetti concettuali e ricerche empiriche sul distretto industriale. Milano: Ed. Franco Angeli. DINI, Marco 1992. "Capacidad competitiva de las pequeñas empresas italianas. Análisis crítico de la teoría de los distritos industriales en un marco de economía abierta", en Industrialización y Desarrollo Tecnológico, Informe Nº13, División de Desarrollo Productivo y Empresarial, Naciones Unidas. Santiago de Chile: CEPAL. HOLLINGSWORTH, J. y BOYER, R. 1997. “Coordination of economic actors and social systems of production”, en J. Hollingsworth y R. Boyer eds. Contemporary Capitalism. Cambridge: Cambridge University Press. MORA, G. (2002). Plan Estratégico para Incentivar a la Empresas para la Creación de un Portal Económico. Trabajo de Grado. Universidad Católica del Táchira. San Cristóbal. PEREGO, H. (2003): Competitividad a partir de los Agrupamientos Industriales. Un Modelo Integrado y Replicable de Clusters Productivos. Disponible: http://www.eumed.net/cursecon/libreria/ PIORE, Michael y SABEL, Charles (1990). La Segunda Ruptura Industrial. Madrid: Alianza. POLANYI, Karl. (1985). La Gran Transformacion. Buneos Aires:Editorial Paidos. ROMERO OCANDO, Pedro (2006) “Desarrollo Local en un Mundo Global” en revista DE AUDITU, Nº 1 Año 2006, Pág. 154-164. Caracas. DIP-UNEFA. VENEZUELA (2001). Decreto con Fuerza de Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5.552 (Extraordinario) Ediciones Dabosan, C.A.

No hay comentarios: